La muerte de un ser amado es uno de los retos más difíciles a los que se puede enfrentar un ser humano.
Sin embargo, la muerte es inevitable y afrontarla con fortaleza es necesario para seguir adelante.
¿Por qué acudir a terapia?
Aunque el duelo es un proceso psicológico natural tras la pérdida de un ser querido, a veces puede acabar complicándose y la persona puede quedar atrapada en un cuadro depresivo que le impide poder llevar una vida normal. En este caso puede ser necesaria la ayuda de un profesional de la salud mental.